miércoles, 17 de abril de 2013

EL SAXOFÓN



El Saxofón

El saxofón, también conocido como saxófono o simplemente saxo, es un instrumento musical cónico de la familia de los instrumentos de viento-madera, generalmente hecho de latón que consta de una boquilla con una caña simple al igual que el clarinete. Fue inventado por Adolphe Sax en 1845. El saxofón se asocia comúnmente con la música popular, la música de big band y el jazz. A los intérpretes del instrumento se les llama saxofonistas o saxo  aunque esta última se emplea para denominar al propio instrumento.

Se desconoce el origen de la inspiración que llevó a Sax a crear el instrumento, pero la teoría más extendida es que, basándose en el clarinete, instrumento que él tocaba, empezó a concebir la idea de construir un instrumento que tuviera la fuerza de uno de metal y las cualidades acústicas de uno de madera, una especie de "clarinete de metal". Pero después de un intenso trabajo de pruebas y experimentos sobre modificaciones para lograr una mayor sonoridad y un sonido más metálico, Sax se dio cuenta de que había construido un nuevo instrumento: el saxofón. 
Diez miembros de la familia del saxofón:

- contrabajo en si,

- bajo en si,
- barítono en mi,
- tenor en si,
- melódico en do,
- alto en mi,
- mezzosoprano en fa,
- soprano en si,
- soprano en do y
- sopranino en mi.



El cuerpo del saxofón está compuesto por un tubo cónico y delgado, comúnmente de latón, que se ensancha en su extremo para formar una campana. A lo largo del tubo existen entre 20 y 23 agujeros de tono de tamaño variable, incluyendo dos agujeros muy pequeños de octava para ayudar a la interpretación del registro superior, aunque éstos no sean esencialmente necesarios para interpretar dicho registro. Estos agujeros están cubiertos por almohadillas, que presionan los agujeros para producir un sello hermético. En reposo, algunos agujeros están abiertos y otros están cerrados por las almohadillas, que se controlan mediante varias llaves con los dedos de ambas manos, mientras que el pulgar derecho se sitúa debajo de un soporte que ayuda a mantener el saxofón equilibrado. La digitación del saxofón es una combinación entre la digitación del oboe y el sistema Boehm, siendo muy similar a la digitación de la flauta travesera o el registro superior del clarinete. En los instrumentos más grandes, la palanca requerida para interpretar las notas más bajas (que habitualmente se tocan con los meñiques de ambas manos) es bastante grande, por lo que se introduce un conjunto de llaves adicional para permitir interpretar dichas notas con los pulgares.

El cuerpo cónico del saxofón le otorga propiedades más similares a las del oboe que al clarinete. El diseño más simple del saxofón es un tubo recto troncocónico y los saxofones sopranino y soprano tienen, por lo general, este diseño recto. Sin embargo, como los instrumentos con notas graves serían inaceptablemente largos si fueran totalmente rectos, por motivos ergonómicos los instrumentos más grandes, por lo general, incorporan un recodo en forma de U en el tercer agujero de tono más grave o ligeramente encima de él. Como esto causaría que la campana del instrumento señalara casi directamente hacia arriba, el final del instrumento es o biselado o inclinado ligeramente hacia adelante. Este recodo se ha convertido en un rasgo icónico de la familia del saxofón, hasta el punto de que el saxofón soprano, e incluso el sopranino, a veces están fabricados en el estilo curvo aun cuando no sea estrictamente necesario. En cambio, aunque los altos y tenores rectos también existen, son más raros. Sin embargo, lo más común es que los saxofones alto y tenor incorporen un recodo curvo encima del agujero de tono más alto, pero debajo de la llave de octava superior, inclinando la boquilla formando un ángulo recto. El barítono, el bajo y el contrabajo amplían la longitud del calibre principalmente por el plegado doble de esta sección.

Con una digitación sencilla, el saxofón moderno es generalmente considerado un instrumento fácil de aprender, especialmente cuando se procede de otros instrumentos de viento madera, aunque a pesar de esto se requiere una cantidad considerable de práctica y trabajo para alcanzar un sonido con color y correctamente afinado.

La boquilla


El saxofón usa una boquilla con una sola caña similar a la del clarinete, aunque es mayor la del saxofón y posee una cámara interior hueca redonda o cuadrada y es más amplia que la del clarinete. La boquilla del saxofón también carece de la ensambladura cubierta por corcho que tiene la boquilla del clarinete porque el tudel del saxofón se inserta directamente en la boquilla mientras que esa parte de la boquilla del clarinete es insertada en la parte superior instrumento. La diferencia más importante entre una boquilla de saxofón y una boquilla de clarinete es que la boquilla de saxofón debería entrar en la boca en un ángulo mucho más inferior o plano que la del clarinete.

Las boquillas están fabricadas en una amplia variedad de materiales, las hay tanto metálicas como no metálicas. Las boquillas no metálicas son normalmente de ebonita, de plástico o de caucho duro, a veces de madera, y raras veces de cristal, de porcelana e incluso hueso. A las boquillas de metal algunos le atribuyen un sonido distintivo, descrito a menudo como "más brillante" que las no metálicas. Algunos músicos creen que las de plástico no producen un buen timbre. Otros saxofonistas, como el profesor Larry Teal, afirman que el material tiene poca repercusión en el sonido, si es que tiene alguna, y que son las dimensiones físicas las que le dan a la boquilla su color tímbrico.

Las boquillas con una cámara cóncava son las más cercanas al diseño original de Adolphe Sax y funcionan muy bien en la interpretación clásica, ya que producen un sonido más suave o menos desgarrador. Por el contrario, en el jazz y la música popular los saxofonistas tocan a menudo con cañas normalmente flojas y con boquillas abiertas. Están adecuadas de manera que el bafle, o "techo", de la misma esté más cercano a la caña. Por esa razón se crea un flujo de aire más rápido. Esto produce un sonido más claro que acorta fácilmente las distancias existentes en una big band o entre instrumentos amplificados. Aunque las aberturas grandes, y el sonido resultante, están comúnmente asociadas con las boquillas metálicas, cualquier boquilla puede tener una. De esta manera se permite una mayor flexibilidad en la afinación, dando cabida a efectos como el bending, común en el jazz y el rock. Los intérpretes clásicos por lo general suelen optar por cañas más duras y por una boquilla con una abertura estrecha y un cámara más baja, produciendo un sonido más oscuro y estable (y más aviolinado).

Cañas


Al igual que los clarinetes, los saxofones usan una única caña o lengüeta. Sin embargo, éstas son generalmente más anchas y más cortas que las del clarinete. Habitualmente, las lengüetas están fabricadas con caña común, pero desde el siglo XX también se han fabricado cañas de fibra de vidrio. Estas cañas son más duraderas pero generalmente se considera que tienen una menor calidad tonal. El tamaño de la caña también depende del tipo de saxofón (altotenorbarítono, bajo, contrabajo etc.) al que está destinada.

Las cañas distribuidas comercialmente dependen de una gran serie de marcas, estilos y durezas. Cada saxofonista experimenta con cañas de dureza y material diferente para encontrar la adecuada a su boquilla, embocadura y estilo de interpretación. La dureza se mide habitualmente usando una escala numérica que va del 1 al 4 (con grados intermedios), siendo la 4 la más dura y 1 la más blanda (excepto en el saxofón barítono cuya numeración llega al 5). Normalmente a los principiantes se les recomienda la central; ésta es la caña de 2 1/2.

Material

La mayor parte de los saxofones, tanto los antiguos como los modernos, están fabricados en latón. A pesar de ello, son clasificados como instrumentos de viento-madera más que como instrumentos de viento-metal porque las ondas sonoras son producidas por una caña oscilante, no por los labios del intérprete contra una boquilla, como ocurre en los metales, y porque se producen notas diferentes abriendo y cerrando llaves. El latón es usado para fabricar el cuerpo del instrumento, el soporte de las almohadillas, las barras que unen las almohadillas a las llaves, las propias llaves y los soportes que sostienen las barras y llaves al cuerpo del instrumento. Los tornillos que unen las barras a los soportes y los muelles que hacen que las llaves vuelvan a su posición inicial después de ser liberadas, generalmente están fabricados de acero inoxidable. Desde 1920, la mayor parte de los saxofones tienen llaves de tacto (que son piezas decorativas lisas colocadas donde los dedos tocan el instrumento) fabricadas de plástico o de nácar.

Se ha intentado fabricar saxofones con otros materiales, con distintos grados de éxito, como el saxofón Grafton de plástico fabricado en los años 1950. Unas empresas, como Yanagisawa y Bauhaus Walstein, han construido modelos de saxofón de bronce al fósforo(una aleación de 3,5 al 10% de cobre con un alto porcentaje de fósforo, superior al 1%) debido a sus calidades tonales ligeramente diferentes de este material.8 Por ejemplo, aunque sus diseños sean idénticos dejando a parte el metal usado, el Yanagisawa A992 y el T992, fabricados con bronce al fósforo, suenan perceptiblemente "más oscuros" que el A991 y el T991, fabricados de latón. Un saxofón construido con bronce al fósforo es más pesado que uno de latón, debido a su contenido más alto de cobre, que le da una masa mayor. Tanto Yanagisawa como algunos otros fabricantes han fabricado cuellos de saxofón o instrumentos enteros con plata Sterling, cobre,alpaca o materiales sintéticos. Los saxofones de Canonball de Salt Lake City (Utah) usan principalmente metales sin cobre en sus procesos de fabricación; como por ejemplo el revestimiento de níquel negro anodizadoJulius Keilwerth desarrolló un saxofón con un cuerpo de alpaca como el de una flauta travesera, con un revestimiento de níquel negro.

Después de completar el instrumento, los fabricantes por lo general aplican un revestimiento fino de laca acrílica o son chapados en plata sobre el latón desnudo. La laca o el chapado sirven para proteger el metal de la oxidación y mantienen su aspecto brillante. A lo largo de los años se han usado diferentes tipos y colores para la superficie del instrumento. También posible chapar el instrumento con níquel u oro. El chapado con oro de los saxofones es un proceso caro porque el oro no se adhiere directamente al metal. Por consiguiente, el metal es cubierto en primer lugar de plata (que se adhiere al instrumento) y luego chapado de oro sobre la capa de plata.

Hay quienes argumentan que el tipo de lacado o chapado, o su ausencia, puede realzar la calidad sonora de un instrumento. Los posibles efectos de los diferentes acabados sobre el tono son un asunto fuertemente discutido, no menor porque otras variables pueden afectar los timbres de un instrumento, como por ejemplo el diseño de la boquilla y las características físicas del intérprete. En cualquier caso, el hecho de que constituya un tono agradable es un asunto de preferencia personal y los gustos varían.

Digitación





VIDEO DIGITACIÓN EN EL SAXO





miércoles, 10 de abril de 2013

INSTRUMENTOS TRANSPOSITORES


Lectura y escritura musical para instrumentos transpositores
Si pedimos  tocar a diferentes instrumentos la nota do podríamos darnos cuenta que no todos los  instrumentos producen un do al tocar un do. Esto puede sorprenderlos, pero la realidad es que si le pedimos a un clarinete en si bemol que toque un do escucharemos en realidad un si bemol.
El clarinete en si bemol, así como otros instrumentos, reciben el nombre de instrumentos transpositores debido a que las notas que producen son más agudas o más graves que las notas escritas. De ahí el nombre de transpositores ya que transportan a otra tonalidad la música que tocan.
En este artículo estudiaremos las características de los principales instrumentos transpositores, cómo leer la música escrita para ellos y cómo escribir música para ellos.

Características de los principales instrumentos transpositores

¿Qué nota produce un instrumento transpositor si le pedimos que toque un do? Eso depende del instrumento. En muchos casos el nombre del instrumento nos lo indica. Por ejemplo, el clarinete en sib produce un sib al tocar un do. El clarinete en la, produce un la al tocar un do.
En la tabla a continuación podemos ver los principales instrumentos transpositores. En la 2da columna indicamos la nota escrita y en la 3ra pueden ver el sonido real que produciría el instrumento al tocar esta nota. En la columna Transporte pueden ver el intervalo que transporta el instrumento. Noten que este intervalo puede ser ascendente o descendente:

Lectura de música escrita para instrumentos transpositores (I)

Al leer música escrita para un instrumento transpositor debemos tener en cuenta que las notas reales producidas no son las mismas que aparecen escritas. Para poder determinar la nota real debemos conocer el intervalo que transporta el instrumento. Tomemos la trompeta en si bemol como ejemplo.
En la tabla de la sección anterior vimos que la trompeta en si bemol transporta un 2da descendente. Esto quiere decir que lo que toque va a sonar una 2da mayor más grave. Si el trompetista lee una melodía en do mayor, el efecto será que escucharemos la melodía tocada una 2da mayor más grave, o sea, en si bemol mayor.
Por ejemplo, la siguiente melodía interpretada por una trompeta en si bemol:



sonaría así al ser tocada:


De ser tocada por una trompa en fa, que transporta una 5ta descendente, la tonalidad resultante sería fa mayor y escucharíamos la melodía una 5ta más grave:


Lectura de música escrita para instrumentos transpositores (II)

Debemos tener en cuenta dos cosas al leer música escrita para instrumentos transpositores:
1.       La tonalidad resultante
2.       La nota real que produce el instrumento

Volvamos a tomar la melodía original:



Tonalidad resultante

Para leerla correctamente debemos primeramente pensar en la tonalidad resultante. Esta melodía está en do mayor. De ser interpretada por un clarinete en si bemol que transporta una 2da descendente la escucharíamos en si bemol mayor (tonalidad que se encuentra una 2da mayor descendente desde do mayor).

Nota real

Podemos obtener las notas reales leyendo cada nota y buscando la nota que se encuentra una 2da mayor más abajo. Sin embargo, si dominamos las claves podemos leer la música usando la clave correcta y obtendremos automáticamente la nota producida. Las claves son sumamente útiles para leer música escrita para instrumentos transpositores. 
Volviendo a la melodía original, si la leemos en clave de do en 4ta y cambiamos la armadura de la tonalidad original (do mayor) por la de sib mayor podemos leer fácilmente el nombre de las notas (aunque no la octava):

En la tabla a continuación vemos las claves que debemos usar para leer música escrita en clave de sol para los principales instrumentos transpositores:


             

Lectura de música escrita para instrumentos transpositores (III)

En esta tabla indicamos las claves que se pueden utilizar para cada transporte asumiendo que la clave original es la clave de sol:




     

Lectura de música escrita para instrumentos transpositores (IV)

Tomemos un ejemplo musical. A continuación presentamos los primeros dos compases de la parte de clarinetes de la obra orquestalNuages de Claude Debussy:





Como ven, el compositor indica el tipo de instrumento que está utilizando, clarinetes en si bemol en este caso.
Por el tipo de transporte de los clarinetes en si bemol sabemos que la verdadera armadura de clave de este pasaje debe ser la dere mayor / si menor. En efecto, es la armadura que Debussy utiliza para los demás instrumentos no transpositores. Usando la clave de do en 4ta podemos leer las notas reales:



Escritura para instrumentos transpositores (I)


Si quisiéramos que tanto un clarinete como una flauta toquen al unísono esta melodía:




Deberemos transportar la parte del clarinete una 2da ascendente de manera a producir las notas deseadas. Un clarinetista podría hacerlo en el momento leyendo el fragmento en clave de do en 3ra línea y usando una armadura de clave de re mayor (una 2damayor ascendente). De igual manera el compositor o arreglista podría leerla mentalmente de esa manera al escribir la parte para el clarinete:

Escritura para instrumentos transpositores (II)


En la tabla a continuación presentamos las claves que debemos usar para leer música escrita en notación real para los principales instrumentos transpositores y transportarla. Estas son las claves que debe utilizar un instrumentista si su parte no ha sido previamente transportada o el arreglista o compositor que desea transportar la parte para alguno de estos instrumentos:

            

Escritura para instrumentos transpositores (III)

Veamos otro ejemplo. Esta melodía es tocada en la obra Nuages de Claude Debussy por los segundos violines, ¿Cómo debe escribirla el compositor para las trompas en fa?



El sonido real de las trompas en fa es una 5ta más grave que el sonido escrito, de forma que si la armadura de clave es la de labemol mayor / fa menor, la nueva armadura debería ser una 5ta mas aguda, o sea, mi bemol mayor /  do  menor. Usando la clave y la armadura de clave correcta obtendremos las notas que deben ser escritas para la trompa en fa:




lunes, 8 de abril de 2013

EL BARROCO


LA MÚSICA BARROCA


Los límites del estilo barroco en música se suelen situar entre los años finales del siglo XVI, momento del inicio de los experimentos musicales que culminarán en Monteverdi, y 1750, fecha de la muerte de Johann Sebastian Bach, último gran defensor del estilo frente a las primeras voces críticas que proponían nuevas soluciones y que llevarían al triunfo del Clasicismo. Evidentemente, un estilo que impera durante siglo y medio no puede dejar de sufrir modificaciones y evoluciones. En el caso del barroco, pueden distinguirse sin embargo varios elementos básicos que permanecen a pesar de las diferencias: el empleo del bajo continuo y el estilo concertante, que consiste en el enfrentamiento de varios grupos vocales o instrumentales compuestos por diferente número de intérpretes y a veces por diferentes instrumentos, siempre con el bajo continuo como base armónica. Junto a ello es preciso señalar el progresivo abandono de la armonía modal en favor de las escalas mayor y menor que se emplean hasta la actualidad. Asimismo, la progresiva dificultad de las composiciones hizo necesario el nacimiento del compás, que divide el tiempo en partes iguales.


Por otra parte, la música del Barroco se caracterizará por la búsqueda de la expresividad, plasmada en una sistematización de los diferentes afectos humanos, que se relacionarán tanto con las diferentes escalas como con los instrumentos, y que será conocida como Teoría de los Afectos. Esta teoría surgió de la música vocal, aunque después pasó a aplicarse también a la música instrumental como forma de hacer llegar al público unos sentimientos concretos.


El Barroco marca la primera etapa de la independencia de la música instrumental respecto de la vocal. Si hasta este momento la música podía ser cantada o tocada indistintamente, a partir del Barroco comienza a componerse música expresamente para instrumentos, y a especificarse la familia e incluso el número concreto de ejecutantes, de modo que el contraste entre grupos grandes y grupos pequeños quede claro. Es también el período en el que comienzan su andadura la mayor parte de los géneros que han llegado hasta nosotros. Además de los géneros instrumentales (de entre los que destacan la sonata, el concierto y la suite), la ópera y el oratorio se convierten en espectáculos habituales a lo largo del siglo XVII debido, por un lado, al gusto de la realeza, la aristocracia y el estamento eclesiástico por el espectáculo y, por otro, a la creciente importancia del público ciudadano que asiste a las representaciones de ambos géneros.


Por lo general, se admiten tres etapas en el desarrollo del barroco musical: barroco temprano, barroco medio o pleno y barroco tardío, que sólo se pueden fechar de forma aproximada. El barroco temprano (1580-1630) se originó en Italia en los últimos años del siglo XVI como consecuencia de una evolución dentro de la música del Renacimiento. El nuevo estilo cuajó hacia 1600 gracias a la obra de compositores como Claudio Monteverdi o Giulio Caccini, cuya obra Le Nuove Musiche (La Nueva Música) tiene un título revelador del deseo de basarse en planteamientos nuevos. En la implantación de este nuevo estilo fue fundamental el desarrollo de la imprenta, que permitió una mayor y mejor difusión de la obra de estos autores. El triunfo del nuevo estilo no supuso la desaparición del estilo previo: el stile antico o stile alla palestrina del Renacimiento convivió con el nuovo stile al que Monteverdi, refiriéndose a su propia obra, llamó seconda pratica (segunda manera) para distinguirlo de la prima pratica o primera manera que había aprendido de sus maestros y en la que había iniciado su obra.


Aunque proceda de elementos previos, el nuevo estilo recibió el impulso definitivo gracias a las reflexiones que sobre la relación entre música y poesía llevaron a cabo en los años finales del siglo XVI los miembros de la Camerata Fiorentina, que se reunía en al palacio del conde Ángelo Bardi. El propósito de este grupo era la reconstrucción de la tragedia clásica griega, que suponían que había sido cantada. La necesidad de encontrar un estilo musical que no oscureciera el sentido del texto (cosa que sucedía constantemente en la polifonía del Renacimiento) les llevó a la creación de un estilo nuevo al que llamaron stile recitativo (estilo recitativo o recitado) en el que la voz se limitaba a seguir el texto sin desfigurarlo con adornos o melodías que distrajeran del contenido literario. Como apoyo de este recitativo, a fin de que el cantante no perdiera el tono, decidieron colocar un bajo que acompañara la declamación. Ello dio lugar al moderno género de la ópera (la primera de la que se tiene noticia, Dafne, con texto de Rinuccini y música de Peri, se representó en 1598), y al bajo continuo (en el que se basó toda la música barroca, tanto vocal como instrumental). Aunque el alejamiento de los modos eclesiásticos en los que se había basado la música durante la Edad Media el Renacimiento sea ya un hecho, la armonía del primer Barroco no es todavía tonal, sino que se caracteriza por experimentar con los acordes (con frecuencia a partir del texto de la música vocal) para buscar caminos nuevos.


El barroco medio o pleno (1630-1680) se caracteriza por la creación del bel canto (en italiano bello canto), que es aplicado primero a toda la música vocal, para pasar sus procedimientos posteriormente a la instrumental, y que logra en esta etapa un desarrollo notable. El estilo belcantista, como el recitativo, surgió dentro de la ópera. El cansancio que provocaban las representaciones basadas solamente en el estilo recitativo llevó a la búsqueda de elementos que introdujeran variedad e impidieran que el interés del público decayera. Para ello, comenzaron a intercalar fragmentos melódicos en los que los cantantes, por lo general en solitario, comentaban la acción. La generalización de estos fragmentos (conocidos con el nombre de aria) llevan a una primera distinción entre momentos de reflexión y momentos de acción, que será fundamental en el desarrollo de los esquemas del resto de los géneros. Por otra parte, el aria pasa también a la música instrumental dando lugar a pasajes melodiosos que alternan con los escritos en estilo contrapuntístico. La armonía de esta etapa es ya declaradamente tonal. El asentamiento de la tonalidad limita el uso de la disonancia y el lenguaje musical va uniformándose en toda Europa.